lunes, 6 de julio de 2009

MICHELITO Lagravera un caso único


Michelito Lagravere confió a EL MEXICANO su primer entrevista a su llegada a Tijuana y desde ya estamos seguros que el domingo próximo se ganará la admiración y cariño de la noble aficionados que asista a la plaza Monumental de Playas de Tijuana.
Deferencia del niño torero al visitar nuestra casa editorial y su estancia aquí causo revuelo por su don de gente y la simpatía que emana de un rostro infantil que ilumina el entorno.
“Soy un niño normal que juega con sus amigos, que voy a la escuela y que me gusta hacer cosas propias de mi edad. Lo de torear es aparte. Comencé desde los 4 años y cada vez estoy más convencidos que es lo que más me gusta hacer en la vida”, refirió con firmeza de palabras el pequeño diestro que nació en Mérida; Yucatán y que en su sangre tiene parte de Francia por su señor padre el matador de toros Michelle Lagravere.
En su ya larga carrera, Michelito tiene toreados 44 festejos y él mismo nos señala cual computadora humana que son 369 las orejas cortadas y 58 rabos los que ha paseado por la circunferencia de los ruedos de México, Perú y Francia.
“He indultado 3 erales, uno de La Joya en Pachuca, otro de Cuco Peña en Nuevo Laredo y otro más de Reyes Huerta en Yucatán”.
Inspirado por su señor padre y admirador de los toreros de arte puro como Morante de la Puebla, confiesa que pese a que su madre intentó quitarle el gusto por torear mostrándole videos de cornadas, él desde que descubrió el gusto por torear esta conciente de que es ese su camino en la vida.
“Estaban construyendo una plaza en Yucatán y junto a toreros que andaban ahí para la inauguración me invitaron a jugar a ser torero pues me embestían y me encantó”.
Educado, dúctil de palabra, tiene un carisma ensoñador y los deseos son de escucharlo por largo tiempo.
Su padre, quien lo acompaña asegura que toda la familia esta integrada en torno a la fiesta brava. Michelle Lagravere como torero y apoderado de Michelito, su señora esposa como empresaria y ahora el pequeño Andrés que ya debutó en Querétaro.
“Mi hermano me preguntó un día que se sentía matar becerros y le contesté que lo probara por él mismo y ya es torero”, mencionó el niño torero.
Su señora madre cada que sale a torear le solicita a su papá y a él que se cuide y que haga lo que sabe hacer. Y vaya que lo sabe hacer.
Devoto de la virgen de Guadalupe y de la virgen de los toreros la Macarena el domingo Michelito saldrá al ruedo a conquistar a Tijuana y estamos seguros que será la primera vez que lo veamos pero no la última.

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